El Shiatsu se practica tumbado en el suelo en un colchón tipo japonés, llamado futon. Se practica vestido por lo cual se recomienda llevar ropa cómoda que no apriete. El toque suave y respetuoso crea un espacio terapéutico de confianza. En ese ambiente de respeto el cliente experimienta un relajamiento profundo y se le muestran nuevas perspectivas hacia las propias necesidades sean físicas o emocionales. Los propios recursos de los clientes se revelan como fuentes muy poderosos para la autoregeneración y la autoconfianza.
El objetivo del Shiatsu es estimular y apoyar los procesos naturales de autocuración, de bienestar y crecimiento personal, y mantener la salud buscando el equilibrio de la energía vital de la persona.