El masaje es una de las terapias más antiguas. Raices de la palabra masaje se encuentran tanto en el griego (massein – amasar) como en el hebreo (massa – palpar) como en el árabe (massah – frotar). La idea de apretar a propósito proviene de la China antigua en los años 2600 antes de Cristo y de los antiguos griegos y los romanos. Se dice que Julio César acudía a los masajes con frecuencia debido a los fuertes dolores de cabeza que padecía.
El sueco Per Henrik Ling consiguió al principio del siglo 19 que la medicina convencional reconozca el masaje como terapia. Desde entonces los médicos empezaron a investigar cuales eran los beneficios del masaje.